En nuestro caminar por la vida, constantemente nos enfrentamos con cambios que representan retos para nuestro desarrollo personal. Hacer un plan de vida te ayudará a tomar acciones efectivas para alcanzar tus objetivos de desarrollo personal.
“ La única constante es el cambio” – Heráctlito
Es muy posible que en más de un momento te sientas a la deriva, sin una dirección clara e inclusive sin mucha claridad respecto a cómo darle sentido o dirección a tu vida.
Seguramente has escuchado sobre las crisis de media vida, o crisis de los 40, en realidad este tipo de crisis puede llegar en distintas etapas, a los 20, los 30, los 50, los 60 y los 70, pues básicamente se relaciona con ese sentimiento de incertidumbre sobre falta de control.
Quizás estás en un momento de cambio de trabajo o has terminado una etapa específica. Puede ser que hayas terminado un grado académico, u otro proyecto importante, o que estás pasando por una separación, tu empresa quebró por distintas razones o como fue mi caso (Que suena menos dramático pero no por eso necesariamente menos retador), te mudaste de país por que a tu pareja le ofrecieron un trabajo en el extranjero y necesitas replantear tus prioridades y de alguna manera empezar de nuevo en otro lugar de residencia.
Al evaluar lo que he logrado hasta el momento, a mis 35 años, me siento satisfecho con los resultados, he cumplido la mayoría de los objetivos que me había planteado en mi plan de vida a los 22 cuando salí de la carrera y a los 28 cuando me gradué de la maestría.
En aquellos dorados tiempos (Como los recuerdo ahora) más que trabajar en un plan de vida formal, me orienté a plantear mi propósito de vida y algunos objetivos retadores.
Evidentemente hoy mis prioridades, metas y sueños son diferentes, además de la situación en la que me encuentro y los retos a los que me enfrento tanto diariamente como los que puedo visualizar en el mediano y largo plazo.
En este contexto no puedo negar que hay días en los que me he sentido un tanto perdido.
Por eso, me di a la tarea de hacer un ejercicio más formal para desarrollar mi plan de vida, ponerle orden a mis prioridades y establecer una hoja de ruta que me ayude a tomar acción y estar más en control sobre mi mismo y lo que pasa a mi alrededor.
Para construirlo, me puse en contacto con mentores e investigué sobre distintas maneras de diseñarlo.
Este artículo presenta las principales reflexiones y pasos que seguí como guía para hacer mi plan de vida, que te comparto con mucho gusto y espero que te sirva.
Índice de contenidos
¿Qué es un plan de vida?
Un plan de vida es un documento vivo en el que estableces tus objetivos personales y planteas la hoja de ruta y conjunto de medios para lograrlos.
Se trata de visualizar una versión de tu futuro en la que puedas satisfacer tus necesidades y alcanzar tus sueños de una manera realista y escalonada.
Muchas personas usan el concepto de proyecto de vida como sinónimo de plan de vida. Yo recomiendo hablar de plan cuando se habla de manera general y establecer proyectos específicos para cada una de las prioridades que se definen en ese plan.
¿Por qué hacer un plan de vida?
Si no sabes a dónde quieres llegar, entonces no importa el camino que tomes. – El gato de Chestershire. Alicia en el país de las maravillas.
Si quieres alcanzar tus sueños primero debes definir qué quieres.
Así también, para lograr un objetivo hay que partirlo en partes más pequeñas, es decir en metas medibles.
En distintos momentos de tu vida es posible te encontrarás con dudas respecto a qué camino tomar.
¿Como hacer un plan de vida?
Antes de empezar
Si te has decidido a hacer un plan de vida, es importante que consideres algunos consejos prácticos que te ayudarán a avanzar progresivamente.
- Recuerda que ninguna tarea o proyecto es fácil, todo lleva su tiempo y trabajo, más aún tu plan de vida, ya que requerirá un ejercicio importante de introspección y acción continua. Tomate el tiempo necesario.
- Practica la autoreflexión e introspección, también puede ayudarte contar con un apoyo externo a través de algún proceso de coaching, mentoría o proceso psicológico de la corriente que más te acomode.
- Un plan de vida está en constante evolución, por lo que realmente nunca será un trabajo terminado completamente, no te desesperes si cambia en el futuro.
- Ten a la mano las herramientas que más te faciliten trabajar. (Abajo te sugiero algunas, pero puedes usar las que más te acomoden normalmente).
¿Por dónde empezar?
Hay quienes plantean que el plan de vida debe realizarse con base principal en nuestra historia personal, es decir, en el pasado. Otros, como yo creemos que hay que enfocarse primordialmente en el futuro.
Por supuesto que hay que tomar en cuenta lo que hemos vivido hasta el día de hoy, nuestra trayectoria, aptitudes, habilidades y destrezas desarrolladas durante nuestros años de vida, pero orientarnos hacia el futuro nos permite reinventarnos y plantear cómo queremos relacionarnos con nosotros mismos y con el mundo.
Pasos para construir un plan de vida
Paso 1. Define tu visión personal
En este primer paso te orientaras a definir cómo te ves en el futuro. ¿Cómo quisieras verte en el futuro? ¿Quién quieres ser?
Un ejercicio que resulta sumamente útil para esto es visualizar el futuro como que ya lo has alcanzado. Es decir, hablar en pasado sobre ese futuro ideal que estableces en tu plan de vida.
Para esto, imagina que ya eres una persona de edad avanzada y un periodista va a hacerte una entrevista. Estás en un lugar cómodo de tu elección y tu entrevistador te hace las siguientes preguntas?
¿Cómo has logrado alcanzar tus principales metas y éxitos hasta el momento?
- ¿En quién te has convertido?
- ¿Cuáles son tus principales logros?
- ¿A quién debería entrevistar para saber más sobre tu vida?
- ¿Por qué y cómo trabajaste tanto por conseguir tus metas?
- ¿Cuáles son tus técnicas para mantener el enfoque?
- ¿Dónde fuiste más feliz?
- ¿Cómo vives actualmente, cuál es tu rutina y tus lugares favoritos?
Paso 2. Establece tus prioridades.
Si eres como yo y otros millones de personas, seguramente tendrás múltiples intereses. No necesariamente se trata de establecer temas demasiado específicos, como un deporte en particular, la lectura o tu trabajo actual, sino los aspectos que verdaderamente sean importantes e inclusive trascendentales para ti, como en de tus relaciones humanas, familia, pareja, hijos o de carrera, en materia de salud, etcétera.
Trata de enlistar todos esos temas importantes sin una guía. Es probable que te des cuenta que algunos de ellos no son tan importantes para ti como pensabas, o que un aspecto englobe a otros dentro de una misma categoría.
Ejercicio: Define entre 7 y 10 prioridades principales. Puede ser que encuentres más en un inicio, en ese caso revisa si hay algunas que puedan consolidarse. Otra opción es que encuentres menos, en cuyo caso esfuérzate para pensar en otros temas que sean importantes para ti.
Algunos temas que puedes incluir son:
- Social.
- Familia.
- Salud.
- Aprendizaje.
- Contribución al mundo.
- Finanzas.
- Educación.
- Viajes.
- Pasatiempos.
Paso 3. Profundiza en el sentido de cada prioridad.
Una vez que definiste tus prioridades, es importante profundizar en el análisis de cada aspecto, lo que te ayudará a evaluar si realmente son tan importantes para ti, al tiempo que visualizas el futuro específicamente en ese ámbito e identificar en dónde te encuentras actualmente.
En este punto definirás los objetivos superiores o propósitos de cada prioridad, visualiar cómo sería el futuro una vez que cumplas con el objetivo.
- Define el objetivo superior o propósito de esa prioridad
¿Cuál es el propósito de esa prioridad y cómo se vincula con tu visión de vida?
- Visualiza el futuro en cada prioridad.
¿Cómo se vería tu futuro en relación a esta prioridad cuando logres tu objetivo superior?.
Funciona muy bien escribir sobre el futuro en tiempo presente,
- Evalúa en dónde te encuentras en el contexto de esa prioridad ¿Cuál es el estado actual
Como en todo el proceso de construcción de tu plan de vida es importante es muy importante que tengas un sentido crítico y de honestidad, pero en este punto es incluso más importante. Detalla tanto los elementos positivos que te ayudarán a lograr tus objetivos como los negativos que quizás estén limitando tu desarrollo.
Paso 4. Establece objetivos puntuales en el corto plazo.
Ahora que ya tienes definidas tus prioridades y has identificado el estado ideal en el futuro y el presente de cada una, enlista objetivos de corto plazo que puedas lograr en un periodo de entre seis meses y un año.
Estos serán tus objetivos o metas a alcanzar y te darán una manera de .
Paso 5. acciones para lograr tus propósitos
Es momento de definir tareas puntuales para avanzar hacia tus objetivos.
Empieza por acotar acciones que puedes tomar el día de hoy, cuáles deben convertirse en acciones diarias o hábitos, cuáles puedes tomar en la próxima semana y cuales requieren otras acciones previas o posteriores para complementar tu proyecto específico.
Recuerda plantear tus hitos con fechas puntuales e indicadores que te permitan evaluar el progreso.
Por ejemplo.
Si uno de tus objetivos es escribir un libro, ¿Cuántas palabras debes escribir hoy, mañana o diariamente? ¿Cuántos capítulos deberás haber completado en seis meses? ¿Cuándo pedirás a alguien que revise tu texto por primera vez?
Herramientas para hacer un plan de vida
El autoreconocimiento, la introspección y la reflexión también me encantan, ya que así podemos conocernos mejor, pero hay que tener la vista hacia dónde queremos llegar.
Esto mismo sucede cuando hablamos de desarrollo sostenible de los lugares, desde pequeñas fincas y localidades hasta a nivel de país.
Los diagnósticos excesivos pueden causar inmovilidad, lo más importante es definir la meta y ponernos a trabajar.
En estos últimos años he leído varios libros que me han hecho reflexionar mucho sobre la vida y el éxito.
En este artículo planteo de manera resumida lo que he aprendido en la lectura y decenas de pláticas interesantísimas con gente encantadora y conocedora respecto a hacer un plan de vida ejemplar.
La idea no es darte una aburrida guía paso a paso y punto por punto de todas las actividades que debes hacer para llenar una hoja en blanco (ya que en todo caso la vida de por si no es una hoja en blanco) sino invitarte a la reflexión y plantear a grandes rasgos los factores que considero importantes para tomar en cuenta al momento de trabajar en tu plan de vida.
También te comparto algunos ejercicios prácticos que bien puede valer la pena poner en papel para ir estructurando tu plan.
“Los logros son el alimento del éxito para nuestro plan de vida”
Alcanzar nuestras metas nos da satisfacción personal y nos empodera para seguir trabajando, avanzando hacia la construcción de nuestras vidas.
Por eso, es importante plantearse metas concretas de distintos plazos. Muchos de mis maestros me han recomendado todos los días establecer metas y objetivos específicos. Un ejercicio que resulta interesante es tomar un momento cada mañana para reflexionar sobre lo que quiero lograr.
Es una práctica que no necesariamente logro diariamente, pero definitivamente cuando lo hago suelo tener una mayor claridad y ultimadamente más satisfacción al terminar el día. Claro que especialmente cuando me es posible cumplir con mis metas del día, pero aunque no las alcance me da un punto de referencia para analizar qué es lo que hice bien y qué puedo mejorar, lo que estoy convencido que me ayuda a orientar mi propio proceso de desarrollo.
¿Cómo plantear un proyecto de vida?
Antes que nada, es importante que tomemos en cuenta que un plan o proyecto de vida podemos definirlo en relación a cualquier plan o proyecto, es decir, como una serie de pasos y actividades para alcanzar un objetivo.
Entonces, por supuesto, el primer paso importante es definir nuestros objetivos.
Elementos mínimos para un proyecto de vida
En el camino de la construcción de tu plan de vida, seguramente te encontrarás con cientos de artículos y recomendaciones sobre los componentes o elementos mínimos que debes tomar en cuenta. Todos son diferentes enfoques y lo importante es que vayas identificando cuáles te funcionan a ti.
Los más importantes para mi son los siguientes:
- Claridad.
- Enfoque.
- Organización.
“Cuando era joven, mi sueño era alcanzar la libertad, ahora que crecí, mi sueño es alcanzar el orden, ya que me he percatado que solamente a través del orden puede alcanzarse la libertad.” (Hace unos años leí una frase similar y no recuerdo el autor, si lo ubicas y lo tienes a la mano por favor déjame un comentario)
Consejos para hacer realidad tu plan de vida
Empieza a actuar ahora y sigue paso a paso
Al leer este artículo ya estás dando el primer paso.
Sigue los ejercicios hasta el final y cree en tí.
Cree en tí
Una cosa interesante de las personas es que podemos ser nuestros mejores aliados o peores enemigos.
Enfócate en tus fortalezas
Si te orientas a mejorar tus debilidades, es posible que pases horas, días, meses y años en volverse mediocre, mientras que podrías ser excelente en algo para lo que tienes facilidad.
Yo creo que todos podemos ser buenos en algo si realmente nos lo proponemos y trabajamos en ello, pero también hay que aceptar que todos tenemos puntos fuertes y puntos flacos.
Persigue algo que te apasione
La idea de tu plan de vida es llegar a ser, hacer y tener algo que te guste, si no ¿qué sentido tiene?
Si no encuentras algo que te apasione, empieza por algo que te interese.
La pasión también puede ir creciendo conforme conocemos más sobre los temas.
Si no desarrollas una pasión ¡Algo que realmente te emocione! Seguramente pasarás una vida un tanto monótona y aburrida (Nuestro peor enemigo).
Parte de lo complicado aquí es cuando tienes muchos intereses. ¿En cuales de todas las cosas que me interesan debo basar mi plan de vida? Bueno, pues resulta complejo, pero es importante ir priorizando.
Forma parte de un grupo
Los seres humanos somos entes sociales, por naturaleza, osea que somos más fuertes juntos que separados.
Se trata de construir una comunidad, de aportar a los demás y crecer juntos.
En la medida que podemos aportar a la sociedad y a nuestros semejantes también reforzamos nuestra valía, tanto para nosotros como para los demás.
Elimina las acciones que no te agregan valor
El tiempo que no le estás dedicando a lograr tu plan de vida ejemplo es el tiempo extra que te tomará alcanzarlo. Si no le dedicas nada de tiempo o no sabes claramente qué es lo que quieres entonces claramente te será complicadísimo llegar.
Si ir a trabajar a la oficina complica tus metas, trata de negociar unos días de trabajo a distancia por ejemplo.
Como bien le dijo el gato de Chestishire a Alicia en el país de las maravillas, “Si no sabes a dónde quieres llegar entonces no importa qué camino tomes”.
Esto nos hace referencia a que si no tomamos una decisión sobre nuestra meta estaremos a la deriva en la vida, sujetos a lo que se nos vaya presentando sin mucha claridad acerca de las decisiones que debemos tomar en todos los sentidos.
Establece hábitos que contribuyan a tu plan y proyecto de vida
Las cosas que haces diariamente determinarán tu eficiencia y efectividad para lograr tus objetivos. Procura establecer algunas rutinas que te ayuden a dar estructura a tu día a día y establecer tiempos específicos para trabajar en cada proyecto.
Ten paciencia y perseverancia
La mayoría de las veces los resultados no van a llegar tan rápido como esperas.
Sigue trabajando.
No avientes la toalla y verás que los resultados llegarán.
Puedes poner en espera algunas cosas si es necesario, pero no abandones tu proyecto.
Cuida tu mente y tu cuerpo
Medita, haz ejercicio, duerme y come bien.
No te auto flajeles si algunos días no duermes hasta las altas horas de la mañana por terminar una de las tareas que estaban en tu plan.
No olvides cuidar la parte financiera
Claro que de repente se cuela la idea romántica en nuestro plan de vida de ponernos a trabajar en nuestro espíritu y en perseguir nuestros sueños así sin más, pero hay que traer pan a la mesa, o pagar la luz, o el transporte, o un montón de cosas.
Ahora bien, quizás podemos vivir con menos de lo que lo gastamos actualmente.
Vale la pena sacrificar algunas indulgencias por el largo plazo.
En ocasiones también puede valer la pena un crédito para cumplir los pasos que nos llevarán al objetivo final.
Evalúa el riesgo y el costo beneficio sin caer en la inmovilidad por el miedo.
No tengas miedo a cambiar el rumbo
Es común pensar que un cambio de rumbo es un retroceso, pero seguramente algo de lo que has aprendido y avanzado servirá para el nuevo objetivo.